Amalia Mesa-Bains

Panorama of an art installation: seven rounded-back chairs circle at center, a hanging banner to the left, a golden wall with text in the background and four framed artworks to the right.

El trabajo de Amalia Mesa-Bains combina arte, ciencia e historia, tejiendo historias complejas a través de instalaciones de multimedia. Su trabajo contempla los significados del multiculturalismo y también los cambios demográficos en el clima actual de Estados Unidos, basándose en su propia herencia mexicana. Cada obra es de alguna manera una exploración de su propia identidad chicana vista desde una perspectiva tanto artística como psicológica. Pocos artistas tienen la misma formación académica que Mesa-Bains; tiene un doctorado en Psicología Clínica, que ha servido como la semilla para una gran parte de su trabajo artístico. Combinando sus intereses personales, su tesis doctoral fue una investigación sobre la influencia de la cultura y el clima contemporáneos en el desarrollo personal de diez artistas chicanas. Ella dice que su disertación estableció su papel como crítica cultural y su trabajo clínico la ha llevado a investigar los efectos psicológicos de artefactos coloniales, incluyendo objetos de racismo científico y los «gabinetes de curiosidades» como los que se exhibieron frecuentemente durante las Exposiciones Universales. Este trabajo ha sido el centro de su enfoque en hacer arte como un proceso cultural, deconstruyendo estos estereotipos sobre la herencia no europea y estableciendo un nuevo diálogo sobre la cultura chicana.

Mesa-Bains se ha hecho conocida por sus instalaciones en sitios específicos y sus ofrendas, altares mexicanos temporarios tradicionales construidos para el Día de los Muertos. Cuando la invitan a mostrar su trabajo en un museo, muchas veces utiliza la colección permanente del museo para construir una narrativa específica, separando los objetos del museo de sus significados institucionalizados. Exhibidas con objetos chicanas y otros artefactos mexicanos de la época precolonial, las obras de las instituciones tienen significados radicalmente diferentes. Mesa-Bains viaja a los espacios de exhibición con maletas llenas de sus artefactos personales que reflejan su herencia chicana y también con objetos recolectados de su familia y comunidad. El resultado es una mezcla de fotografías, cosas del hogar, flores, recuerdos y otros objetos cuidadosamente seleccionados con colecciones de museos para contar su historia. Reutiliza estos objetos personales en diferentes instalaciones, ya que cuando termina una exposición, deconstruye la obra entera y comienza de nuevo en su próxima exposición. En este sentido, sus piezas son efímeras, la misma pieza nunca se hace dos veces y el espacio de la exposición influye en el significado de una pieza.

Sus ofrendas hablan específicamente de la necesidad de recuperar la memoria cultural. Exploran las historias coloniales y la feminidad dentro de la comunidad mexicana, basándose en las historias que contaron su madre y su abuela. La ofrenda de la casa de su abuela fue el punto de referencia para algunas de las instalaciones de arte de Mesa-Bains, conectando a los miembros de la familia con santos e íconos culturales. Su trabajo también habla de lo que significa ser desplazada e indocumentada y los viajes de establecer nuevos hogares lejos de sus seres queridos. Las ofrendas son tangibles, pero impermanentes, sirviendo como recordatorios de cultura, herencia, familia e historia. Cada espectador encontrará una conexión con un objeto en la ofrenda y tal vez una nueva perspectiva para acompañarlo.

—Ella Anderson

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