Mark Bradford
Mark Bradford es conocido como pintor abstracto, aunque la pintura solo hace un papel menor en sus obras, que están llenas de significados concretos. En lugar de pintar, Bradford acumula capas de papeles y otros materiales que ha recolectado de la vida cotidiana, creando superficies gruesas en las que luego excava, limpiando las secciones preseleccionadas o eliminándolas con una hidrolimpiadora. Para Bradford, todos los materiales y técnicas tienen un significado incrustado dentro de ellos, y ese significado se lleva adelante cuando se vuelven a implementar en sus pinturas. A lo largo de su carrera, ha utilizado materiales y herramientas de la vida cotidiana, escogiéndolos por su significación sociopolítica, para crear lo que ahora se llama “abstracción social”.
Los primeros trabajos de Bradford estaban hechos de “guardas”, los pequeños papeles de seda translúcidos utilizados en peluquería que podía adquirir a bajo precio en grandes cantidades en el salón de belleza de su madre en el centro sur de Los Ángeles, donde creció. Como la mayoría de los recién graduados de la escuela de arte, necesitaba un material abundante y económico con el que pudiera experimentar y fracasar. Había crecido en el salón y había trabajado allí de adulto, por lo que las guardas eran un material que entendía muy bien. Las costosas pinturas al óleo habrían inhibido su creatividad y sabía que necesitaba no tener restricciones. En estos primeros trabajos, él altera la apariencia de los papeles de pelo de muchas maneras —la quema de sus bordes, rasgándolos, mojando ellos para que se sequen con una textura diferente— y luego los pega sobre lienzo en capas gruesas, formando patrones, como cuadrículas y mapas. El significado social de estos papeles, que son fundamentales para el trabajo de un peluquero, conecta los dos mundos raramente conectados, los del salón de belleza y la pintura de vanguardia.
Esa misma combinación de ahorro y la necesidad de material políticamente significativo lo llevó a expandirse a otros tipos de papeles, en su mayoría “carteles de comerciantes” pegados en las calles de su vecindario. Estos letreros, anuncios de usureros, fiadores y la compra de “casas feas”, por ejemplo, apuntaban a un vecindario en crisis. Carteles de comerciantes están pegados en lugares públicos por los miles, uno encima de otro, y con el tiempo se forman gruesas capas de material que Bradford puede quitar y llevar a su estudio. Construye superficies grandes y de capas gruesas con pegamento y, a veces, con cuerdas, pintura y varios otros materiales cotidianos. Una vez hecho esto, se pone a trabajar lacerando la superficie, revelando colores, formas y fragmentos de texto que se habían ocultado muy por debajo de la superficie. El resultado es una obra repleta de letreros recolectados que contrabandea los llamamientos a la justicia en la improbable forma de pintura abstracta.